miércoles, 14 de diciembre de 2011

Delirium Tremens

Siempre hay algo capaz de sorprenderte, cada día, en cada mínimo detalle; la sorpresa que te produce la caída de la primera hoja caduca de un árbol que anuncia la llegada del otoño, el primer pedaleo de un niño en bicicleta... Detalles del día a día que rompen la rutina de lo estandarizado.

Este símil de incertidumbre y novedad bien podría extrapolar a lo sucedido en cualquier guardia. Pacientes que se suceden, historias que parecen repetirse, hasta que llega ese paciente que no esperabas, al que nunca te habías enfrentado, que te sorprende ya sea por su persona, por su historia o por unos síntomas o un diagnóstico con el que nunca antes habías dado a parar. 

Ahí estaba él con su angustia colectiva tan sólo de mirarlo: agitado, acelerado, con unas visualizaciones que no eran realidad e intentándose quitar despavorido unos bichos que él creía ver por todo su cuerpo. 

Las curiosas zoopsias que tanto se estudian en la facultad y para el MIR pero que una vez que ves en directo se graban en el disco duro que siempre llevas a cuestas. Esa risa perdida al limbo, esa mirada timorata que le sonríe a la incógnita alucinatoria que el paciente ve y escucha, ese sudor que empapaba su cuerpo lleno de miedo, esos bichos que cree tener por todo su cuerpo, en las sábanas de una cama que le incomodan, en una ropa que intenta hacer jirones...

El enfrentarme a mi primer Delirium Tremens, que es la grave consecuencia de la abstinencia alcohólica en importantes pacientes bebedores que intentan conseguir vencer a un vicio hostil que encima les castiga en su retirada, que suele desencadenarse cuando se intenta iniciar el comienzo del final.

Y ahora como suelo hacer en estos casos, algo de teoría para ilustrar estos casos (MedlinePlus)


El Delirium Tremens es una auténtica emergencia médica que origina, sin tratamiento, una mortalidad de hasta un 15%. Se desarrolla entre las 48 y 96 horas después del cese de la ingesta de alcohol y se caracteriza por confusión, desorientación, alucinaciones visuales de tipo zoonópsico, naúseas y vómitos e hiperreactividad del sistema nervioso autónomo con fiebre, taquicardia y sudación. A veces aparecen complicaciones que agravan el pronóstico, como urgencia hipertensiva, arritmias, miopatía alcohólica aguda y alcalosis metabólica hipopotasémica.

Es más común en las personas que tienen antecedentes de abstinencia alcohólica, en especial en personas cuyo consumo es equivalente a 1.8 a 2.3 litros de vino o 3 1/2 a 4 litros de cerveza (o medio litro de licor "fuerte") todos los días, durante varios meses. El delirium tremens también afecta frecuentemente a aquellas personas que han tenido el hábito del alcohol o alcoholismo durante más de 10 años.

Tratamiento


Los objetivos del tratamiento son:
  • Salvar la vida de la persona.
  • Aliviar los síntomas.
  • Prevenir complicaciones.
Se requiere hospitalización. El equipo médico regularmente verifica:
  • Los resultados del análisis bioquímico de la sangre, como los niveles de electrolitos.
  • Nivel de líquidos en el cuerpo.
  • Signos vitales (temperatura, pulso, frecuencia respiratoria y presión arterial).
Los síntomas, como convulsiones y arritmias cardíacas, se tratan con los siguientes medicamentos:
  • Anticonvulsivos como fenobarbital
  • Depresores del sistema nervioso central, como diazepam o lorazepam
  • Sedantes
Puede ser necesario poner al paciente en un estado de sedación durante una semana o más hasta que la abstinencia sea completa. Con frecuencia, medicamentos con benzodiazepina, como el diazepam o lorazepam, también sirven para el tratamiento de convulsiones, ansiedad y temblores.
En algunos casos de personas con alucinaciones, puede ser necesario el uso de medicamentos antipsicóticos como el haloperidol. Sin embargo, estos fármacos se deben evitar en lo posible porque pueden contribuir a que se presenten convulsiones.
El tratamiento preventivo a largo plazo debe comenzar después de que el paciente se recupere de los síntomas inmediatos. Esto puede implicar un período de "desalcoholización", durante el cual no se permite el consumo de alcohol. La abstención total y de por vida se recomienda para la mayoría de las personas que sufren de abstinencia. El paciente debe recibir tratamiento para el consumo de alcohol o alcoholismo, que incluye:
  • Asesoría
  • Grupos de apoyo (como Alcohólicos Anónimos)


MANEJO DEL PACIENTE CON DELIRIUM TREMENS
  • Tranquilizante/anticonvulsionante
  • Diazepam 10 mg IV inicialmente
    Aplicar pasados 15 minutos, 5 mg IV,
  • Oxígeno por cánula
  • Líquidos parenterales
  • Aporte de magnesio, calcio o potasio
    si el ionograma así lo indica
  • Tiamina o complejo B


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